22.11.14

Cine #3.

"Nebraska", Alexander Payne, 2013.
Cómo me gustó esta película. Quizás porque no pretende nada, porque parece que los actores estén siendo ellos mismos, por un blanco y negro con sentido, porque nada se ve forzado, por su ritmo tranquilo de América profunda o por unos últimos cinco minutos que pueden ser los mejores que haya grabado nunca este director. Un retrato sincero de la vejez, que hará que sueltes varias carcajadas y alguna que otra lágrima, aunque lo hace de una forma tan natural que no podrás tacharla de sentimental.


"El odio", Mathieu Kassovitz, 1995.
Un bofetón de realidad en toda la boca. De la realidad de un barrio marginal francés pero que hoy en día casi podría ser extensible a cualquier barrio de nuestras ciudades. Una historia de opresión, discriminación y frustración, con una puesta en escena perfecta, unos actores noveles que lo bordan (destacando a Vincent Cassel) y una fotografía que deja momentos para el recuerdo. 


"Perversidad", Fritz Lang, 1945.
En la historia del cine ha habido muchas hijasdeputa (la industria las llama femme fatale), pero de entre todas, esta se lleva la palma. Es verdad que todos, alguna vez, nos hemos dejado engatusar por una tía, pero es que al protagonista de esta película se le va muchísimo de las manos. Si no exclamas "hijadeputa" más de treinta veces mientras ves la película es que no tienes sangre.


"Chinatown", Roman Polanski, 1974.
El claro ejemplo de que el cine negro no murió en los años 50. Oscura, elegante y con esa atmósfera de corrupción, fatalidad y pesimismo propias del género. 


"Coherence", James Ward Byrkit, 2013.
El experimento del gato de Schrödinger hecho película, rodada en cinco días y con cuatro duros. Parte de una buena idea que no consigue exprimir tanto como podría, no está exenta de baches y algunos de sus personajes son poco creíbles, pero si te pilla un día solo y aburrido en casa, merece la pena verla.


"Oasis", Lee Chang-Dong, 2002.
Una brutalidad de película en todos los sentidos. Un deficiente mental que se enamora de una chica con parálisis cerebral. Imaginaos la movida cómo es. Una de las películas más duras y bonitas que he visto en mucho tiempo.


"La Jetée", Chris Marker, 1962.
Días después de verla sigo sin entender cómo un mediometraje de ciencia ficción hecho exclusivamente con foto fija y que hable de viajes al pasado y al futuro puede ser tan increíble, tan redondo, tan bien conectado, tan comprensible y tan bello. Una joya que sirvió como inspiración a "12 monos" y que para mí acaba de entrar en mi lista de "películas" de ciencia ficción favoritas.


"Crónicas de un asesino en serie", Bong Joon-Ho, 2003.
Ya quisieran los americanos tener un thriller de este nivel. Es verdad que la primera media hora es algo desconcertante, tanto que parece que estés viendo una peliculilla de Chackie Chang, pero entonces la película y sus personajes comienzan a venirse arriba y terminas viendo un peliculón de puro cine negro pero con chinos. 


"Sed de mal", Orson Welles, 1958.

Está clarísimo que el famoso plano secuencia de apertura de esta película es uno de los mejores comienzos de la historia del cine y que ya solo por eso merece la pena verla, y está claro también que la fotografía es para tocarle las palmas (aunque Ciudadano Kane se mea en su cara), pero qué queréis que os diga, a mí me parece por momentos caótica, que no terminó nunca de engancharme, aburrida e incluso ridícula a ratos. Con perdón, ¿eh?

"El bueno, el feo y el malo", Sergio Leone, 1966.
Menudo peliculón, joder. Los silencios, los primeros planos, las miradas que hablan por sí solas, la música, la fotografía, los personajes, el duelo final, el toque de humor negro y algunas de las frases y momentos más míticos del cine. Es larga, pero quitando unos minutos que se mete demasiado en la guerra de secesión, se pasa volando. Y por cierto, ni el bueno ni el malo, el masca es el feo.

3 comentarios:

Javier Yeste dijo...

Pues me han entrado ganas de ver alguna hoy, tal vez me decante por perversidad.
Saludos.

Víctor. dijo...

No te defraudará, Javi.

Un abrazo.

Ernesto Peña dijo...

Hay algunas que no he visto, pero El Odio o Chinatown son la hostia :) Volveré a verlas

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